La lucha de Mukhtar Mai por los derechos de la mujer y contra las leyes tribales que permiten la violación como castigo comenzó en 2002, cuando fue violada en grupo en Meerwala, el pueblo al sur del Punjab donde nació. Mukhtar logró que sus violadores fueran encarcelados. Con la indemnización y los donativos que recibe de todo el mundo ha construido dos escuelas en su localidad.