Falta de interés de los lectores, éxito de los productos multimedia o riesgos financieros, son algunos de los retos a los que se enfrenta la producción literaria infantil y juvenil.
La literatura infantil y juvenil del Magreb, en particular de Marruecos, Argelia y Túnez, ha vivido en las últimas décadas una etapa de desarrollo en cuanto a producción e investigación teórica y académica. No obstante, los esfuerzos de los actores que intervienen en este terreno siguen tropezando con escollos de índole diversa: formación en los oficios del libro juvenil, financiación e inversión, política editorial, difusión y promoción de las obras.
Las publicaciones magrebíes destinadas a los más jóvenes, desde la independencia (Marruecos y Túnez en 1956, Argelia en 1962) hasta la actualidad, tratan mal que bien de seguir los cambios socioculturales que afectan a los países magrebíes, compuestos mayoritariamente de población joven. Cuantitativa y cualitativamente, las ediciones medio-orientales y occidentales (en particular francesas) siguen ocupando un puesto destacado en el paisaje cultural de la juventud magrebí.
Un poco de historia…
Históricamente, la literatura infantil y juvenil en el Magreb vio nacer sus primeros textos en la estela del movimiento nacional y en los albores de la independencia. Sirva de ejemplo el diario Al Alam, de la formación marroquí Istiqlal (partido de la independencia), que en 1947 empezó a dedicar una página cultural a los jóvenes. Esta consciencia de la importancia de la literatura infantil era fruto del deseo de los autores, que inicialmente escribían para el público adulto, de adquirir cierta autonomía con respecto a la literatura medio-oriental, que sigue constituyendo, de forma más o menos explícita, un referente para los escritores magrebíes, sobre todo para los diseñadores de las revistas y los autores de relatos en árabe. Desde la independencia y hasta nuestros días, los esfuerzos de los…