La familia y la religión, pilares de la sociedad árabe en que se basan sus tradiciones, valores, creencias y actitudes, son dos factores destacados en la sexualidad de los jóvenes.  

En un momento en que la región árabe es testigo de guerras, violencia, crisis de refugiados, crisis ambientales, desigualdades sanitarias y otros retos, los jóvenes, cuyo número va en aumento, se enfrentan también a sus propios desafíos. Dividida entre la religión y la familia, por un lado, y las redes sociales por otro, la juventud árabe crece inmersa en mensajes contradictorios, valores y tradiciones que chocan con la ciencia, la educación y, lo más importante, el mundo virtual.

En la región árabe no ha habido programas gubernamentales nacionales que abordaran como es debido el tema de la salud sexual y reproductiva. En casi todos los países, los intentos de hacer frente a los problemas de los jóvenes en relación con estas cuestiones se han limitado a las iniciativas a pequeña escala de las ONG locales (DeJong, Jawad, Mortagy y Shepard, 2005). Los asuntos relativos a la salud sexual y reproductiva han originado conflictos por muchas razones. Una es el papel de la religión en los entornos sociales y el proceso de formulación de políticas en los países árabes. Aunque el islam reconoce la necesidad de satisfacción sexual de hombres y mujeres, no solo para concebir, el sexo está considerado social y culturalmente un tabú (Musallam, 1983). Por consiguiente, abogar por políticas que regulen la impartición de educación sexual y la prestación de servicios de salud a los jóvenes, especialmente los solteros, se considera inapropiado desde el punto de vista religioso y cultural. Otros obstáculos son la insuficiencia de recursos destinados a servicios de salud sexual y reproductiva, el estigma asociado a la solicitud de estos servicios y la dificultad…