INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1408

Grúas de contenedores en la terminal de contenedores 'Eurogate' en el puerto de la ciudad norteña alemana de Puerto de Hamburgo el 27 de febrero de 2025. GETTY.

La hora de la ingeniería arancelaria

Cuando en 2018 Donald Trump empezó a imponer algunos aranceles a territorios específicos, las empresas de las regiones afectadas comprendieron que necesitarían una estrategia para esquivar este impacto. Algunos de estos planes existen desde hace décadas, al fin y al cabo, los aranceles no los ha inventado Trump.
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La ingeniería arancelaria consiste en cambiar la clasificación del producto para que pueda importarse en una categoría que no tenga aranceles. O que sean muy inferiores. Un artículo reciente de la revista británica The Economist recordaba el caso de Converse. Este fabricante de calzado modificó, hace más de una década, el diseño de algunas de sus zapatillas importadas desde el sudeste asiático. Añadiendo una capa de tela en parte de la plantilla, las zapatillas cambiaban de categoría, para ser consideradas zapatillas de lona, que están sometidas a un arancel del 7,5%. Evitaba así un arancel del 48% para el resto del calzado deportivo.

Desde entonces, esta estrategia se ha ido implementado en varios sectores, principalmente el textil, y en varias partes de la cadena de producción. Vaqueros que pasan las aduanas como pantalones, camisas o faldas con bolsillos, gorros que pasan como gorras… La ingeniería financiera tiene muchas aristas. La clave es encontrar un producto similar al importado que tenga características muy similares, ya sea en su apariencia como en su composición, para esquivar los aranceles.

Pero esta estrategia no siempre funciona, depende de que exista un producto similar para pasarlo bajo el radar y de los puntos de producción y de destino. Lo que han hecho muchas empresas, sobre todo las chinas, es importar a Estados Unidos utilizando la puerta de México. El acuerdo de libre comercio en Norteamérica, el USMCA –impulsado por el propio Trump durante su primer mandato– ha abierto una puerta trasera para entrar en EEUU sin hacer ruido.

El nuevo presidente estadounidense está presionando a México para imponer aranceles a China que obliguen a pasar por caja a los productos procedentes del gigante asiático. Aunque no los paguen en EEUU, lo importante es que se encarezcan al pasar por las aduanas. Y si posteriormente Trump…

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