Pese a la revolución no convencional de EE UU, para la UE, Rusia, el Norte de África y el golfo Pérsico siguen desempeñando un papel clave. Los augurios declinistas sobre la pérdida de influencia energética del golfo Pérsico no están justificados. Arabia Saudí lidera el mercado global del petróleo. La centralidad rusa se ve en el impacto de los cortes de gas a Ucrania y en la competencia por el control de las rutas de transporte del Caspio.
En los últimos años se ha producido una transformación sustancial del escenario geopolítico de la energía en Europa. Numerosos fenómenos han contribuido a una transición todavía no se sabe bien hacia dónde. La revolución no convencional estadounidense, las primaveras árabes, el embargo a Irán, el aumento de los riesgos energéticos en el golfo de Guinea o el activismo energético ruso han elevado los retos afrontados por una Unión Europea (UE) que avanza con dificultad en el diseño de una política energética exterior a la altura de los mismos…