El antiamericanismo no es sólo una hostilidad hacia la más poderosa de las naciones; es con frecuencia, el resultado del resentimiento ante los dobles raseros y el doble lenguaje, la arrogancia y la ignorancia, ante las suposiciones equivocadas y las políticas sospechosas. Después de dos años y medio, la administración Bush muestra unos resultados impresionantes pero deprimentes.