El análisis de las economías angoleña y namibia permite esperar que las empresas españolas puedan desenvolverse con agilidad en los mercados de África del suroeste y ocupar un lugar que, por desconocimiento y excesiva prudencia ante el riesgo, ha sido cedido a los competidores. La reconstrucción económica y el hallazgo de nuevos yacimientos de petróleo en Angola, así como los grandes recursos mineros y pesqueros de Namibia, plantearán en el futuro la alternativa a la hegemonía surafricana en la zona.