En 1998, la mayor parte de la economía rusa no ha hecho progresos hacia el mercado. Más bien se está moviendo en la dirección contraria. Lo que ha emergido en Rusia es una nueva clase de sistema económico con sus propias reglas y criterios para el éxito o el fracaso. A este nuevo sistema se le puede llamar «economía virtual» porque está basado en una ilusión acerca de casi todos los parámetros importantes: precios, ventas, salarios, tasas y presupuestos.