El PIB de China creció un 0,7% en el segundo trimestre del año en comparación con el primero, lo que supone el peor dato desde 2022, cuando el país estaba en pleno confinamiento. En tasa interanual supone un crecimiento del 4,7%, claramente inferior al objetivo del 5% para el conjunto del año.
Los datos fueron peores de lo que esperaban los analistas, que preveían un crecimiento próximo al 5,3%. El consumo doméstico no tira y así el país queda expuesto a los vaivenes del comercio en la era del proteccionismo. Las ventas minoristas están creciendo apenas un 2% interanual, el peor dato también desde 2022. Hace solo un año, tras la reapertura del Covid, las ventas minoristas crecían a tasas de doble dígito, pero el dinamismo se ha evaporado mucho antes de lo esperado.
Los problemas se agolpan. La crisis inmobiliaria es un lastre difícil de digerir, como bien conocen…