La OTAN es una alianza de carácter defensivo. Sus miembros se hallan comprometidos al empleo de la fuerza militar solamente en respuesta a la agresión. La Alianza, por consiguiente, no mantiene fuerzas capaces de aplastar a sus potenciales adversarios. Dado que nuestro primer objetivo es el de disuadir todo ataque, hemos de tener la posibilidad de transmitir el mensaje de que tenemos como alianza la capacidad y la voluntad de proteger nuestros intereses. En la eventualidad de que la disuasión fallara, las fuerzas de la OTAN deben ser capaces de salvaguardar o restablecer la integridad territorial de las naciones de la Alianza y de poner rápido término a la guerra en condiciones favorables.
La respuesta flexible
La estrategia de respuesta flexible se adoptó en la OTAN en el año 1967 con la finalidad de mantener el respeto a la disuasión en circunstancias estratégicas variables: En consonancia con los objetivos de la Alianza, esta estrategia es un factor tanto disuasorio como defensivo que tiene por objeto responder a la agresión en cualquiera de las modalidades de conflicto posible. La respuesta flexible incorpora tres respuestas generales a la agresión:
- La defensa directa, con la que se pretende vencer la agresión al nivel en el que el enemigo haya decidido Esta respuesta consiste en impedir físicamente al enemigo que se haga con los objetivos pretendidos y asimismo pretende hacer recaer sobre él la carga de decidir una escalada.
- La escalada deliberada, con la que se pretende vencer la agresión elevando de forma controlada el alcance y la intensidad del combate, de forma que tanto el coste como el riesgo resulten desproporcionados para los objetivos del agresor y que la amenaza de respuesta nuclear se haga progresivamente inminente.
- La respuesta nuclear general, que prevé el uso de ataques nucleares estratégicos dirigidos a destruir…