Durante casi treinta años vengo enseñando en Universidades norteamericanas: trece en la de Texas, diez en la de Chicago y cuatro en la de California. Además, fui profesor visitante en las de Columbia, Nueva York, Middlebury, Iowa, Stanford y Colorado. Facilito estos datos como indicación de que no carezco de experiencia respecto al funcionamiento de estos centros de enseñanza y de información en cuanto a las fuerzas operantes en sus actividades. Debo añadir que al redactar el presente artículo me atendré a lo que aprendí por mí mismo más que a datos oficiales y a opiniones ajenas.
Los Departamentos Universitarios de español han sido y siguen siendo los principales focos de nuestra cultura en América del Norte. Como todos los de lenguas varían en organización y funcionamiento más de lo que suele creerse. El Departamento de Inglés es, por obvias razones, el gran dominador de las Humanidades: el más prestigioso y el que atrae mayor cantidad de estudiantes. Por él han de pasar cuantos ingresan en los Colleges.
A su lado, en convivencia más o menos confortable, los Departamentos de Lenguas se agrupan según afinidades naturales: lenguas germánicas, lenguas romances, lenguas eslavas, lenguas clásicas, lenguas orienta- les, etcétera. Tal fue la fórmula preferida hasta que la cifra de alumnos, cuando no enfrentamientos del cuerpo enseñante, aconsejó la división en unidades más reducidas: español y portugués; francés e italiano; alemán y lenguas escandinavas…
Numéricamente el español es la lengua preferida por mayor número de jóvenes universitarios; desde otras perspectivas, dista de ocupar el primer puesto en el rango valorativo. Con todo, quizá éste es un caso en el que la abundancia ha de ser tenida muy en cuenta por mucho que se pretende subordinarla a otros factores. Preguntémonos cuáles son las razones que aconsejan estudiar idiomas, y concretamente el español, al…