No atravesamos una crisis de la comunicación, sino un desajuste, cada día más evidente, entre el modo en que los usuarios configuran sus vidas y el modo en que las empresas intentan comunicarse con ellos. Aceptar el cambio es urgente, todo ocurre muy deprisa en Internet.
Comunicar fundamentalmente es compartir. Ideas, información, emociones. Comunicarnos nos ha hecho sociales y la Antropología nos dice que ser sociales es lo que nos ha hecho realmente hombres. No hay duda de que la comunicación seguirá siendo uno de los pilares de nuestra sociedad y, pese a lo que parece por la crisis de algunos sectores, no irá a menos sino a más, pero en otras formas.
Nada que ocurra hoy puede ignorar que estamos en la época de Internet y de las redes sociales, o sociables, como le gusta recalcar a Dolors Reig en su magnifico libro Socionomía. ¿En qué cambia la comunicación esta etapa? La respuesta más simple es que en casi todos sus elementos. En cierto modo es como si tuviéramos que reinventarla para que sea coherente con el entorno. Por tanto, tenemos que iniciar un análisis de ese entorno donde nuestra comunicación se va a desarrollar para entender esos cambios…