Las previsiones económicas del mercado hasta principios de noviembre se asentaban sobre la hipótesis de que las farmacéuticas conseguirían completar una vacuna contra el coronavirus para marzo-abril de 2021. Las proyecciones económicas apuntaban una recuperación todavía tibia durante el primer semestre del año y en el segundo, ya con la vacuna generalizada, se produciría la verdadera normalización de la actividad.
Tras la publicación del comunicado de Pfizer y BioNTech, el Ibex 35 se disparó un 8,5%, la mayor subida diaria del selectivo desde 2010 tras el rescate de Grecia. Al día siguiente, con la noticia de Eli Lilly, repitió los números verdes con un aumento superior al 3%. En total, un incremento de más del 12% en solo dos sesiones, lo que da una imagen de la magnitud del movimiento que experimentaron las bolsas. Lo que hacen los inversores es descontar un nuevo escenario, más optimista que el de hace solo dos semanas. Esto significa que han puesto en precio que la vacuna contra la pandemia esté lista a principios de 2021.
Las implicaciones del cambio son mayúsculas, en especial para el sector turístico. Si finalmente la situación sanitaria mejora de aquí a junio de 2021, la hostelería y el…