La OTAN ha cambiado su estrategia y convertido los valores políticos de sus miembros en una exigencia para la estabilidad y seguridad en toda el área ?euro-atlántica?. Su doctrina ha pasado del equilibrio global a la prevención de las crisis, haciendo especial hincapié en los aspectos no militares de la seguridad. En Kosovo, dejando al margen el Consejo de Seguridad de la ONU, ha invocado una legitimidad material y anterior al Derecho para su intervención.