Tras 15 años, siete acuerdos y 10 iniciativas, el proceso de paz en Oriente Próximo sigue estancado. La política de EE UU y de Israel de acoso al presidente de la ANP, Mahmud Abbas, y a su partido laico, Al Fatah, han propiciado el avance de los movimientos islamistas. Una vez en el poder, Hamás debería reducir su programa religioso y abandonar la lucha armada.