Tras las elecciones del 10 de febrero en Israel, la puesta en marcha del Estado palestino, está mucho más lejana que antes.
El nuevo gobierno encabezado por Netanyahu tendrá que negociar con EE UU, y enfrentarse a Irán y Siria. Sólo Washington tiene hoy poder para ir a una negociación cara a cara entre iraníes y occidentales.