El primer ministro Alexis Tsipras ha superado con una estrecha victoria (151-149) la moción de censura presentada por el Parlamento griego contra el acuerdo, firmado el pasado verano, con la Antigua República Yugoslava de Macedonia para cambiar su denominación.
El gobierno de Skopje acordó con el griego que Macedonia pasara a denominarse Macedonia del Norte, lo que ha entreabierto las puertas de la UE y la OTAN a ese país clave en la geopolítica de los Balcanes y el sureste europeo.
Desde 1991, Atenas insistía en que el nombre del país vecino implicaba reivindicaciones territoriales de Skopje sobre la colindante Macedonia griega. Si Tsipras tiene éxito, despejaría un problema enquistado en los Balcanes desde la desintegración de Yugoslavia, permitiendo su resolución dentro de los cauces institucionales europeos.
Aunque aún falta la ratificación del Parlamento griego al cierre de esta edición, ante las protestas contra el pacto, que un 60% de los griegos rechaza, el gobierno parece ya tener los votos necesarios por el apoyo de varios diputados de pequeños partidos independientes y de ANEL, el partido conservador que abandonó la coalición oficial a causa del acuerdo. En la votación de censura, Tsipras, consumado negociador, logró que cuatro diputados de ANEL y otro del centroizquierdista To Potami lo apoyaran.
Si el Parlamento no ratifica el acuerdo, Tsipras tendría una segunda oportunidad con una nueva mayoría parlamentaria, si Syriza, su partido, gana unas elecciones anticipadas, que probablemente se convocarían en mayo para que coincidan con las del Parlamento Europeo.
Por ahora, las encuestas sitúan su intención de voto un 10% por debajo de los conservadores de Nueva Democracia, una diferencia que planea reducir aumentando, con el consentimiento de la Comisión, el salario mínimo y las pensiones, congelados en 2010, y con otras políticas sociales que vuelvan a situar el gasto público…