INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1126

#ISPE: Rusia desembarca en Venezuela

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El envío ruso de dos aviones de transporte militar IL-62 y AN-124 con 100 militares comandados por el general Vasili Tonkoshkurov, jefe del Estado Mayor, que se quedarán en Venezuela, según Moscú, “el tiempo que sea necesario”, ha dejado claro que Rusia está decidida a mantener a Nicolás Maduro en el poder. Y no es el único. China, Turquía, Irán y Cuba, entre otros países, tampoco quieren que gobiernos aliados o clientes sean derribados por nuevas “revoluciones de colores”.

Estados Unidos ha advertido de que ese despliegue es una amenaza inadmisible a sus intereses en la región, poniendo de manifiesto, por otra parte, que lo que suceda en adelante en el país caribeño dependerá fundamentalmente de lo que decidan Donald Trump y Vladímir Putin.

Ante un conflicto que ha pasado a ser esencialmente geopolítico, los demás actores –el Grupo de Lima, la UE, México y Uruguay– tendrán que resignarse a papeles secundarios o convertirse en meros espectadores. Es explicable. Ninguno de esos países está dispuesto a asumir riesgos militares. Aunque insiste en lo contrario, lo cierto es que Washington tampoco contempla opciones militares, aunque teme que el mensaje de Putin sea que las armas rusas han llegado a la región para quedarse.

Una carta enviada por el embajador ruso en Bogotá, Sergei Koshkin, a Alejandro Chacón, presidente de la Cámara de Representantes del Congreso colombiano, en la que advierte que cualquier acción contra Venezuela será interpretada por Moscú como una “amenaza a la paz y la seguridad internacional”, ha reforzado esa impresión.

En diciembre aterrizaron en Maiquetía dos bombarderos estratégicos Tu-160 que confirmaron que la proyección del poder militar ruso es hoy tan global como en los tiempos soviéticos. Fuentes del Pentágono señalan que la misión militar rusa busca poner a punto el sistema defensa antiaéreo S-300 instalado en…

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