En medio de un retroceso mundial de la globalización, África va en la dirección contraria. El lanzamiento en marzo de la Agenda 2063 de la Unión Africana (UA) revela el vigor del impulso integracionista.
Pese a las frustraciones de experiencias similares anteriores y los muchos desafíos pendientes, las perspectivas son las más alentadoras en décadas. Los africanos pueden ya viajar sin visado a 30 de los 55 países del continente. En 2016, la UA lanzó el pasaporte africano, por ahora restringido a altos funcionarios estatales. Pero en 2020, ha prometido extenderlo a todos los ciudadanos de sus países miembros, lo que creará un “espacio Schengen” panafricano. En enero hizo lo propio con la puesta en marcha del Mercado Único Africano de Transporte Aéreo (Saatm, en inglés) para reducir los precios de este transporte, actualmente prohibitivos para la mayoría de africanos, creando un marco regulatorio común del sector y promoviendo más vuelos regulares entre ciudades del continente para impulsar el turismo y el comercio.
El AfCFTA aliviaría otros problemas como la infraestructura, la burocracia y la corrupción
Según un reciente estudio de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, en inglés), si solo 12 países africanos claves abrieran sus mercados y aumentaran su interconectividad, su PIB podría crecer alrededor de 1,3 billones de dólares anuales.
El avance más significativo ha sido la firma el 21 de marzo en Kigali (Ruanda) del Tratado de Libre Comercio Africano (AfCFTA, en inglés) para crear un mercado común continental, una unión aduanera y permitir el libre movimiento de capitales y viajes de negocios. Los 44 países signatarios se han comprometido a eliminar por completo los aranceles del 90% de los bienes con los que comercian.
El mercado continental, de 1.200 millones de personas, representa un PIB conjunto de 2,5 billones de dólares, según…