INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1090

#ISPE: La deforestación global se desboca

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Los bosques tropicales pierden todos los años millones de hectáreas por la combinación de la tala ilegal, el crecimiento de las explotaciones agrícolas y ganaderas y los incendios, provocados intencionalmente o no.

Los métodos para contabilizar esas pérdidas han sido hasta ahora imprecisos por la opacidad deliberada de algunos países y sus dificultades –o incapacidad– para medirla. Tampoco las fotografías tomadas por satélites pueden distinguir entre los árboles que son talados ilegalmente en bosques naturales o zonas protegidas y los que son cortados por industrias madereras legales.

En 2013, científicos de la Universidad de Maryland idearon un método que permite medir la deforestación con mayor precisión utilizando fotografías satelitales de acceso público para rastrear los cambios en las extensiones arbóreas. Ese recurso tampoco es exacto, pero representa un avance considerable respecto a mediciones anteriores.

El Acuerdo de París sobre cambio climático señaló que la deforestación es responsable del 10% de las emisiones globales de gases de carbono. Según el Global Forest Watch del World Resources Institute, que utiliza los datos de la Universidad de Maryland, en 2017 los bosques tropicales, que acogen a la mitad de las especies de fauna y flora del mundo, perdieron unos 15 millones de hectáreas, un superficie equivalente a la de Bangladesh.

La deforestación del año pasado fue la segunda peor registrada hasta ahora. Si se mantiene la tendencia –y no se reforestan las zonas depredadas o dañadas por desastres naturales– va a ser casi imposible que se puedan cumplir las metas del Acuerdo de París.

En el Caribe, la acción combinada de los huracanes Irma y María destruyeron el año pasado un tercio de los bosques de Dominica y derribaron gran parte de las palmeras de Puerto Rico. Con todo, la principal causa de la deforestación fue la actividad humana, sobre todo en Brasil,…

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