China ha asegurado que su decisión de desmantelar la plataforma petrolera que la compañía estatal CNPC había instalado en aguas cercanas a la islas Paracel, y que Vietnam considera dentro de su mar territorial, se debe a la cercanía de la temporada de tifones en la zona.
La plataforma, cuya construcción costó 1.000 millones de dólares, forma parte de un vasto plan chino para ejercer su soberanía sobre el 90% del mar del Sur de China, que atesora ricos yacimientos de gas y petróleo. Pero Pekín no supo anticipar la dureza de la respuesta vietnamita. Hanoi envió barcos a la zona que tuvieron numerosas fricciones con naves chinas. En el país se produjeron masivas manifestaciones de protesta contra China y disturbios callejeros que degeneraron en violentos ataques contra compañías chinas en los que murieron cuatro personas, un hecho insólito en un país gobernado con mano de hierro por el régimen comunista.
Según una encuesta de Pew Research, el 84% de los vietnamitas cree que las ambiciones territoriales chinas pueden conducir a una guerra ente ambos países. Un 62% de los chinos piensa lo mismo. Tras los disturbios, China tuvo que evacuar a miles de sus ciudadanos de Vietnam.
En 2013, el gasto militar de la región aumentó un 3,6%, según cifras del Sipri, frente al 12% de China. En los últimos años, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur y Vietnam han adquirido submarinos, fragatas, cruceros, sistemas de misiles, cazas y otros sofisticados equipos de defensa.
El temor al rearme chino entre sus países vecinos es mayor que su creciente dependencia económica de su gigantesco mercado. El déficit comercial de Vietnam con China supera los 20.000 millones de dólares. Sus exportaciones a China representan el 42% del total. Gracias a ello, la economía de Vietnam creció un 5,5%…