El segundo naufragio con pocos días de diferencia de otra embarcación precaria con inmigrantes africanos y árabes en las cercanías de la isla italiana de Lampedusa, demuestra que el fenómeno está lejos de ser pasajero. Si las últimas previsiones demográficas de la onu se cumplen, la presión inmigratoria sobre Europa proveniente de África subsahariana y Oriente Próximo no dejará de crecer en las próximas décadas.
África experimentará en este siglo una explosión demográfica casi sin precedentes en la historia mundial: entre 2000 y 2010 quintuplicará su población, con el consiguiente aumento de su demanda de alimentos, agua y energía. El último estudio sobre la población mundial de las Naciones Unidas, publicado el verano pasado, mostró que las tasas de natalidad en África no se han reducido al ritmo que se esperaba: entre 2005 y 2010 fue de 4,9 niños por mujer.
Como resultado, la onu ha elevado sus previsiones de crecimiento de la población mundial para finales de siglo, cuando podría alcanzar los 10.900 millones de habitantes, frente a los 7.200 millones actuales. Hace dos años, su estimación era de 9.000 millones. En 2008, la onu precisó que la población global seguiría creciendo hasta 2070, cuando comenzaría a disminuir.
Ahora la onu ya no se atreve a fijar una fecha para el comienzo de ese posible declive demográfico. Según Barney Cohen, jefe de la División de Población de la onu, África supondrá casi todo el aumento de la población mundial hasta finales de siglo, unos 600 millones de personas, y América Latina otros 100 millones más. En cambio, los países desarrollados tendrán sociedades cada vez más envejecidas. A escala mundial, los mayores de 60 años superan ya a los menores de cinco y en 2050 superarán a los menores de 15. En 2060, el 40% de la población japonesa tendrá…