Durante los últimos cinco años, las economías emergentes han sido responsables de casi el 75% del crecimiento de la economía mundial. Hoy, un 50% de las exportaciones de los países desarrollados van a mercados emergentes. Unos 2.000 millones de sus habitantes tienen un poder adquisitivo de entre 3.000 y 20.000 dólares anuales, casi 12 billones de dólares en conjunto. Pero esa marea está retrocediendo.
El índice bursátil de mercados emergentes MSCI ha tenido este año un desempeño un 15% inferior al de su contraparte de los países ricos. Desde 2008, sus economías han estado cabalgando la ola de los estímulos fiscales y monetarios de esos países, que han llevado a sus mercados alrededor de un billón de dólares anuales. Pero ese dinero fácil ha generado un exceso de complacencia en sus gobiernos. Según el índice del Banco Mundial que mide la facilidad para hacer negocios en 185 países, China ocupa el puesto 91, Rusia el 112, Brasil el 130 e India el 132. El anuncio de la Reserva Federal de que retirará gradualmente sus estímulos monetarios ha hecho caer casi todas sus bolsas. Nadie espera la repetición de una crisis como la de 1997 debido a que sus tipos de cambio flexibles y sus mayores reservas de divisas.
Pero tampoco nadie cree que puedan recuperar el crecimiento que registraron entre 2000 y 2007. Ninguna otra economía emergente reúne tantos lastres estructurales como India, que tiene 55 multimillonarios en dólares, solo después de China en Asia. Pero la renta per cápita india es de apenas 1.500 dólares, frente a los 10.000 de la media de los otros tres BRIC.
Con una inflación del 10%, la economía crecerá este año solo un 4,4%, frente al 7,7% que registró entre 2002 y 2011. En los nueve años de gobierno del primer ministro Manmohan…