El acuerdo de gobierno entre la Liga Norte de Matteo Salvini y el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Luigi di Maio, cuyo candidato a primer ministro, el profesor universitario Giuseppe Conte, ha renunciado al cargo tras el veto del presidente de la República, Sergio Mattarella, al que iba a ser ministro de Economía, ha metido a la zona euro en una dimensión desconocida.
Las propuestas del pacto son mucho más radicales de lo que los mercados esperaban tras la derrota de los partidos tradicionales en las legislativas del 4 de marzo, por lo que por primera vez existe la posibilidad de que llegue al palacio Chigi una coalición populista capaz de poner en peligro el euro. La plataforma conjunta de la Liga y el M5S propone, entre otras, cosas una renta básica mensual de 780 dólares para familias pobres, la derogación de la reforma de las pensiones aprobada en 2011, nuevas restricciones a la inmigración y el fin de las sanciones de la UE a Rusia. En la versión final del documento desaparecieron las referencias a la creación de un mecanismo para permitir a Italia salir del euro y las demandas de que el Banco Central Europeo cancele unos 250.000 millones de euros de la deuda pública. Pero han sido estos aspectos económicos del acuerdo lo que ha llevado a Mattarella a vetar a Paolo Savona, euroescéptico reconocido, como titular de Economía.
El texto asimismo diluye también otras propuestas del borrador original que solicitaban un regreso al statu quo anterior al tratado de Maastricht, cuando no existían normas y directrices fiscales comunitarias, la “revisión” de las contribuciones italianas al presupuesto común y la protección de los pequeños negocios de la libertad de horarios y la competencia exterior.
Pero nadie se llama a engaño. Esa puede…