Las negociaciones han puesto de manifiesto que la estructura geopolítica de Oriente Medio está cambiando gracias a un reequilibrio de las relaciones de fuerza en beneficio de Irán.
El 2 de abril de 2015, Irán y los países del “5+1” (Francia, EE UU, Reino Unido, China, Rusia y Alemania) llegaron a un acuerdo marco sobre el programa nuclear iraní. ¿Cuáles son los términos de este acuerdo y los retos que supone para la región?
De la cooperación inicial a las dudas de la comunidad internacional
En el preámbulo de este artículo, hay que recordar que el programa nuclear de Irán nació con la ayuda de socios occidentales, en el marco del programa “Átomos para la paz” (1957). Los Estados Unidos de Dwight David Eisenhower y Francia proporcionaban a Irán una determinada cantidad de uranio enriquecido para que funcionasen las centrales que Alemania Occidental estaba construyendo. En esa época, el objetivo del Irán del sah Mohamed Reza Pahlevi era claro: el país deseaba producir electricidad mediante la energía nuclear para no agotar sus preciosos recursos petroleros, dentro de la lógica de diversificación de las fuentes de energía. Irán firmó el Tratado de No Proliferación (TNP) el primer día que se aprobó, el 1 de julio de 1968, y lo ratificó el 2 de febrero de 1970. Y, a día de hoy, sigue siendo miembro.
La revolución iraní de 1979 y la guerra contra Irak (1980-1988) fueron un punto de inflexión en el programa nuclear iraní, que se convirtió en un asunto controvertido en la escena internacional. De hecho, la República Islámica mostró una gran hostilidad hacia los aliados occidentales del sha, e incluso el personal de la Embajada estadounidense en Teherán fue tomado como rehén durante 444 días, lo que marcó el punto de inicio de la ruptura de las…