Al entrar en la esfera pública, las académicas-activistas musulmanas reivindican y dan una nueva forma a los conceptos de democracia, política y activismo.
En los albores del siglo XXI, ha surgido en todo el mundo una “masa crítica” de mujeres musulmanas progresistas, con formación y poder. Sus preguntas sobre islam y mujeres podrían contribuir a transformar las leyes islámicas y hacer realidad unas sociedades musulmanas modernas e igualitarias. Las intelectuales musulmanas están desempeñando una función clave en la reinterpretación de su religión y la modernización de sus sociedades. Contribuyen a un diálogo musulmán complejo, cambiante y transnacional sobre la igualdad de género en el que la preocupación subyacente consiste en capacitar a las mujeres musulmanas para que reivindiquen
la esfera pública como su vehículo para luchar por la justicia y la inclusión. Esta incipiente esfera pública proyecta atributos de civismo, compromiso, pluralismo y participación voluntaria. El activismo de las mujeres musulmanas redefine la función pública de la religión a la hora de motivar a los ciudadanos para participar en lo que en la teoría democrática se conoce como la “política de la presencia”, diferente de la “política de la representación”. Su discurso crítico demuestra que el islam no está aislado de las iniciativas más generales que buscan nuevos mecanismos de presencia democrática…