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Inserción comercial de América Latina: balance y perspectivas

Fernando Rueda-Junquera
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A pesar de los cambios realizados entre 1990 y 2015, la estructura exportadora de América Latina está poco diversificada y tiene una débil inserción en las cadenas globales de valor. Si no se adoptan medidas a medio y largo plazo, la vulnerabilidad externa de la región se incrementará.

Las últimas estimaciones de las tendencias comerciales de América Latina publicadas a finales de mayo por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), muestran una moderación de la contracción del valor de las exportaciones de la región en el primer trimestre de 2016 (una reducción interanual del nueve por cien frente a la disminución del 15 por cien de 2015). Sin embargo, el mismo informe –al igual que otros similares– advierte de que los riesgos para el crecimiento de las exportaciones latinoamericanas siguen tendiendo a la baja y que la actual coyuntura está cuestionando la viabilidad del modelo imperante de inserción comercial.

El valor de las exportaciones latinoamericanas ha presentado una significativa tendencia creciente entre 1990 y 2015, aunque con dos contracciones importantes: una en 2009, tras la crisis financiera internacional de 2008, y otra más suave a partir de 2012, de la que la región aún no se ha recuperado. Si se descuenta la caída de 2009, la región ha asistido a una destacable y rápida expansión comercial entre 2003 y 2011.

Dos factores fundamentales han explicado esta expansión comercial. Por un lado, la región disfrutó de un importante aumento de la demanda mundial de gran parte de sus productos de exportación, lo que se plasmó en una sustancial subida de los precios de las materias primas exportadas. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el índice de precios de las materias primas excluidos los combustibles se duplicó entre 2002 y 2008, mientras que el petróleo creció un 370 por cien en el…

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