La inseguridad alimentaria y la malnutrición ponen en duda las políticas públicas y económicas de los países del norte de África y de Oriente Medio. La región es la única, según la FAO, en la que la proporción de personas subalimentadas ha aumentado entre 1990 y 2014 del 6,6% al 7,7%. Hay que diseñar los sistemas agrícolas para que resistan al cambio climático y garanticen una disponibilidad alimentaria suficiente y de calidad.
Según la última versión del informe El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, presentado en octubre de 2014 en la sede la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los países del norte de África y de Oriente Medio se encuentran en una situación preocupante en la que no se ha hecho ningún progreso en materia de disminución de la inseguridad alimentaria. La situación incluso se ha deteriorado, mientras que a escala mundial la prevalencia de la subnutrición en la población se ha reducido. Según la FAO, entre 1990 y 2014 la proporción de personas malnutridas ha aumentado al pasar del 6,6% al 7,7% de la población, lo que convierte a los países del norte de África y de Oriente Medio en los más expuestos a los riesgos de incremento de la inseguridad alimentaria. Además, una parte de estos países, es muy dependiente de las importaciones en sus aprovisionamientos alimentarios.
Estos territorios, de Marruecos a la Península Arábiga, se caracterizan por su aridez, y el determinismo geográfico constituye, sin duda, la base de las políticas agrícolas y de seguridad alimentaria. El mundo árabe no solo se enfrenta a una aridez más o menos importante según las subregiones, sino que también tiene que hacer frente a una explosión demográfica y a trastornos geopolíticos y sociales que acentúan el problema alimentario. Para los países…