La invasión de Ucrania ha abierto heridas invisibles hasta hace poco tiempo en la escala internacional. La alianza “seguridad por petróleo” de EEUU con Arabia Saudí se ha resquebrajado en los últimos días, hasta el punto de convertirse en el principal foco de preocupación del presidente Biden de cara a las elecciones de mitad de mandato de noviembre. La crisis energética desencadenada por la guerra está erosionando el poder adquisitivo de las familias en los países desarrollados. La cesta de la compra en EEUU está ahora nada menos que un 15% más cara que antes del inicio de la pandemia, lo que supone un duro golpe para la reputación del presidente.
El as en la manga de Biden era convencer a su socio de Oriente Próximo para elevar la producción de petróleo y así frenar la crisis energética. Sin embargo, lejos de recibir una respuesta afirmativa, Riad se puso del…