La política exterior indonesia tiene tres marcos tradicionales de actuación que pueden verse como un círculo concéntrico. En el centro está su caracterización como país del Sudeste Asiático y miembro de ASEAN; es aquí donde su política exterior es más activa y donde se concentran sus intereses vitales. Siendo el país más poblado y la primera economía de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental, siempre ha tenido un peso especial en la determinación de la orientación de ASEAN.
Su participación en ASEAN es un componente clave para su relevancia global. A continuación, viene su carácter de nación indo-pacífica. De los países de ASEAN, Indonesia es el único que realmente ha abrazado el concepto de Indo-Pacífico y que ha comprendido su relevancia. En tercer lugar, está su carácter de país musulmán y miembro de la Organización Islámica de Cooperación. La traslación de su carácter musulmán a su política exterior se produce básicamente en dos ámbitos: la promoción de un islam moderado y el apoyo a Palestina, que va acompañado del no reconocimiento de Israel. Finalmente, sobre todo a partir de la presidencia de Yudhoyono, un cuarto círculo de actuación ha cobrado importancia: el global, con la presencia activa de Indonesia en distintas instancias como el G-20, que presidió en 2022, o IORA (Indian Ocean Rim Association), cuyo secretario general es indonesio y que Indonesia aspira a presidir en el período 2025-2027.
A los cuatro círculos mencionados, habría que añadirle la descripción tradicional que Indonesia hace de su política exterior, “independiente y activa”. La página web del Kemlu (Ministerio de Asuntos Exteriores de Indonesia) detalla cómo deben entenderse ambos conceptos. “Independiente” significa que Indonesia no se alinea con ninguna gran potencia (el concepto surgió en el contexto de la Guerra Fría y podría encontrar una utilidad renovada en…