Tras casi diez meses de movilización militar y tensión bélica en la frontera, el gobierno indio decretó en 2002 la retirada de una parte del contingente. Hay que explorar los motivos por los que el riesgo de enfrentamiento, con posibles consecuencias nucleares, no se materializó, y los efectos políticos y estratégicos que la nueva situación puede producir en India y en la zona.