Aunque India y Europa se muestran cada vez más dispuestos a debatir y comprometerse, existe la necesidad de reorientar las mentalidades para aprovechar el enorme potencial de una relación desaprovechada hasta la fecha. Ambos necesitan fomentar un diálogo cultural más intenso.
Europa ha sido un factor determinante en el desarrollo y la conciencia india desde la llegada, hace 500 años, de portugueses, holandeses y, más tarde, británicos. La ideología política y el pensamiento europeo influyeron profundamente en la élite con educación británica, así como en los movimientos reformistas de carácter social y religioso desde finales del siglo XVIII. Entre finales del siglo XIX y principios del XX, el pensamiento político indio también recibió una fuerte influencia del pensamiento político y las filosofías europeas. Algunos personajes, como Garibaldi, tuvieron relevancia en las primeras etapas del movimiento de liberación indio, y muchos de los líderes más veteranos de dicho movimiento de liberación nacional se habían formado en Europa, principalmente en Inglaterra. Las ideas europeas sobre identidad nacional, pensamiento constitucional y político, desarrollo, organización económica y sociedad civil tenían un profundo impacto en los procesos de reflexión de India, y los ciudadanos del país asiático intentaban imitar los diferentes sistemas de valores e instituciones occidentales.
El Estado de Derecho, el sistema parlamentario de Westminster, la libertad de prensa, el funcionariado profesional, el sistema legal, el poder judicial y la lengua inglesa tenían su origen en el mandato británico. Al mismo tiempo, las élites del país reivindicaban la importancia de los valores indios básicos, criticaban la arrogancia de los gobernantes occidentales y cuestionaban acaloradamente los análisis y las afirmaciones, que desde Occidente se hacían sobre la historia, la herencia intelectual y la identidad cultural y religiosa de India.
Percepciones y expectativas diferentes
En India, la percepción que se tiene sobre la Europa moderna…