Nacionalismo y proteccionismo se confirman como los grandes obstáculos para el futuro de la UE. El motor europeo sigue parado, al tiempo que dos de sus grandes piezas, Italia y Francia, siguen volcados en sus problemas internos.
Nacionalismo y proteccionismo se confirman como los grandes obstáculos para el futuro de la UE. El motor europeo sigue parado, al tiempo que dos de sus grandes piezas, Italia y Francia, siguen volcados en sus problemas internos.