POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 16

Gorbachov en peligro

Michel Tatu
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¿Se puede reformar el comunismo? ¿Y cómo? La patética trifulca que se desarrolla desde hace varios meses en Moscú a propósito de la perestroika se reduce a esta pregunta fundamental que sobrepasa con mucho a la persona de Mijail Gorbachov, incluso a pesar de que él se encuentre en el centro del debate. Porque, aunque es verdad que la revolución del Este, después de “haberse paseado por toda Europa ha vuelto a Moscú”, como lo había anunciado François Mitterand, aunque sea cierto que este año de 1990 ha entrado ya en la historia como “el año de la URSS” de la misma forma que 1989 fue “el año de Europa Oriental”, la Unión Soviética no es más que uno de los casos particulares de la gran transformación del mundo comunista preparada desde hace cinco años por la perestroika.

Lo que ocurre es que, mientras que la mayor parte de los antiguos países “socialistas” de Europa Oriental han echado prácticamente por tierra el régimen anterior y, a pesar de enormes dificultades, saben hacia dónde van (hacia un régimen democrático a la manera occidental), la URSS de Gorbachov, por su parte, ha acumulado los inconvenientes resultantes de la desestabilización del antiguo sistema con las incertidumbres de un porvenir ignoto. Las referencias todavía obligadas a Lenin enmascaran de mala manera la confusión de un régimen que, al tiempo que reconoce su fracaso, no se ha decidido todavía a ser sustituido por su único competidor aceptable y experimenta al mismo tiempo todos los problemas de un imperio en descomposición.

Todo ello explica el asombroso giro de la situación al que hemos asistido en el espacio de un año: todavía en la primavera de 1989 la URSS de Gorbachov estaba muy por delante de todos sus aliados de Europa Oriental, región que todavía era…

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