POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 130

Carta de Europa: Giro a la derecha

José Enrique de Ayala
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A pesar de estar sumidos en lo más profundo de una crisis financiera y económica provocada sobre todo por las prácticas capitalistas neoliberales y desreguladas, propias de gobiernos de la derecha, los electores europeos han pasado la factura a la izquierda en las elecciones al Parlamento Europeo (PE), que tuvieron lugar entre el 4 y el 7 de junio en los 27 Estados miembros de la Unión Europea, y han reforzado considerablemente el peso de los partidos conservadores o de centro derecha en la cámara multinacional de Estrasburgo.

El PE es una de las cuatro grandes instituciones de la UE, junto con el Consejo, la Comisión y el Tribunal de Justicia, y es la única elegida por sufragio directo y cuyos debates son públicos. Tiene poder de codecisión, en pie de igualdad con el Consejo, aunque no en todas las materias, y puede ejercer la iniciativa legislativa requiriendo a la Comisión para que presente un proyecto de directiva o reglamento. Se requiere su aprobación para asuntos tan importantes como el ingreso de un nuevo país en la Unión, la sanción a un Estado miembro, o la elección del presidente y de los miembros de la Comisión, a la que también puede censurar en bloque por mayoría de dos tercios. Además prepara y aprueba el presupuesto comunitario y hace un seguimiento de su ejecución.  Los efectos del trabajo de esta cámara sobre la vida de los europeos son importantísimos, aunque bastante desconocidos para los ciudadanos, que han votado en buena parte más en clave nacional que pensando en las instituciones comunitarias.

El país en el que los comicios europeos han producido el mayor terremoto político ha sido Reino Unido. Los laboristas, después de 12 años en el poder, cayeron hasta el 15,3 por cien de los votos (su peor resultado desde…

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