Una nueva geopolítica está surgiendo en el Mediterráneo occidental de la mano de los cambios producidos en Argelia, Marruecos y Libia. El futuro de este área, de importancia estratégica creciente, determinará cada vez más la prosperidad y seguridad de Europa, cuyo papel predominante en el Mediterráneo aún deja espacio para un compromiso más activo entre las dos orillas