Un acercamiento a las instituciones multilaterales de financiación muestra que la participación de las empresas españolas en sus proyectos es aún insuficiente. El trabajo con estas instituciones presenta una serie de ventajas como la reducción del riesgo, la aportación de experiencia, la mejora de la capacidad negociadora y la consolidación de una trayectoria que facilita el acceso a nuevos mercados.