El nuevo gobierno de Erdogan se encuentra ante el dilema de combinar su política de ‘cero problemas con los vecinos’ y atender las demandas de cambio y democracia de los ciudadanos árabes.
El AKP (Partido de Justicia y Desarrollo) liderado por Recep Tayyip Erdogan se ha situado por tercera vez al frente de un gobierno monocolor en Turquía, amparado por una amplia mayoría parlamentaria. Con casi el 50 por cien de los votos, ha logrado 326 escaños de los 550 de la Gran Asamblea Nacional Turca. En 2002 el AKP logró el 34 por cien de los votos y en 2007 el 46,6. Las sucesivas victorias electorales convierten al AKP en la principal fuerza política.
El partido de centro-izquierda, Partido Republicano del Pueblo (CHP) ha conseguido el 25,96 por cien de los votos, lo que le ha otorgado 135 escaños, y el ultranacionalista turco MHP (Partido de Acción Nacionalista) ha logrado el apoyo del 13 por cien del electorado (53 escaños).
La cuarta fuerza más importante del país para las elecciones del 12 de junio era el BDP (Partido de la Paz y la Democracia), formación prokurda cuyos resultados estaban fuertemente condicionados por el umbral del 10 por cien a nivel nacional, ya que su voto se encuentra muy concentrado geográficamente. Una manera de sobreponerse a este obstáculo era la presentación de candidaturas independientes, las cuales le han reportado el 6,65 por cien de los votos y 36 escaños…