Estados Unidos y la Unión Europea no están actuando de manera conjunta respecto a los problemas económicos internacionales del fin del siglo XX. Mientras EE UU ha reaccionado con preocupación al euro, tampoco la UE ha facilitado la superación de sus conflictos bilaterales. La economía mundial requiere que ambos, a los que debe sumarse Japón, acuerden una estrategia común.