Las negociaciones sobre las perspectivas financieras de la Unión Europea van a estar caracterizadas por una rígida posición española. España se ha beneficiado de los fondos europeos y va a continuar haciéndolo por un tiempo. Pero no sólo se trata de la posición española, hay que analizar en qué va a consistir el debate y comprender cómo las políticas de cohesión van a desarrollarse en el marco de la Agenda 2000.