Quisiera enviar un caluroso saludo a los lectores con ocasión del número monográfico dedicado a Japón, editado por POLÍTICA EXTERIOR. Últimamente, en Europa, el interés hacia Japón está creciendo. En esta circunstancia, es muy significativo y para los japoneses muy satisfactorio que una revista del prestigio de POLÍTICA EXTERIOR haya decidido publicar un número monográfico dedicado a diversos aspectos de Japón, económicos, políticos, sociales, históricos y culturales. Espero que este trabajo contribuya a profundizar el entendimiento de los lectores españoles, y de otros países del mundo, sobre Japón.
Es bien conocido que la historia de las relaciones hispano-japonesas se remontan al año 1549, fecha en la que tiene lugar la llegada de San Francisco Javier a Kagoshima (prefectura de la isla de Kyushu), con el objeto de difundir el cristianismo. Fue el primer evangelizador cristiano en nuestro país. Desde entonces, hasta el período de aislamiento nacional a principios de la época Edo (hacia 1630), la civilización occidental se introdujo ampliamente a través de los muchos misioneros y españoles que llegaron a Japón.
Posteriormente, ambos países firmaron el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación en 1868, y el de Amistad y Relaciones Generales en 1911. Es decir, los dos países mantienen relaciones amistosas desde hace más de cuatrocientos años. En 1987, el entonces primer ministro Yasuhiro Nakasone visitó España, y en 1989 Su Majestad el rey Don Juan Carlos I asistió al funeral nacional del difunto Emperador Showa. El año pasado, Su Alteza Real el Príncipe de Asturias acudió a la ceremonia de entronización del actual Emperador.
Igualmente en el campo económico las relaciones de ambos países son cada vez más estrechas, como lo demuestran el aumento de los intercambios comerciales y las inversiones directas de Japón en España.
Al contemplar Europa en su totalidad, habiendo transcurrido la reforma en la…