La ampliación de la UE hacia el Este es un reto sin precedentes. Cuando finalice, se habrá alumbrado un nuevo mercado de 105 millones de habitantes. Pero a este importante aumento de la población corresponde un incremento bajo del PIB porque los países adherentes disponen de una renta per cápita inferior a la comunitaria, lo que exigirá esfuerzos económicos y financieros. Van a abrirse muchas oportunidades comerciales y la inversión española en los PECOS resulta preocupante.