“Ahora todo el mundo es periodista. Hay acceso directo a los medios, lo que escribimos se comparte ‘viralmente’ en las redes sociales y los jóvenes ya no dudan en salir a la calle si algo no funciona”.
Emna el Hammi, 30 años, bloguera, redactora de nawaat.org y ciberactivista tunecina, colabora con el periódico Libération, en cuyas páginas se publica su blog “Ma Tunisie sans Ben Ali”. Empezó su actividad bloguera en 2005, con la bitácora “Les idées d’une Orchidée”, en la que no abordaba cuestiones estrictamente políticas, sino más bien temas sociales, con una crítica a la sociedad y la burguesía, la Tunisoise. Tras tomarse un respiro y cursar estudios en el extranjero, Emna el Hammi se interesó por las redes sociales, en especial Twitter y Facebook. “Y es allí donde realmente nació mi conciencia política. De hecho, la información que se encuentra en Twitter o Facebook genera un impulso que arrastra”. Así se expresa la joven en su cita con afkar/ideas el 17 de noviembre de 2011 en Barcelona. Como muchos otros de su generación, El Hammi participó en la campaña “Nhar ala Ammar” (Mal día para Ammar), donde Ammar es un personaje ficticio, símbolo de la censura en Túnez. Este movimiento nació en mayo de 2010, cuando internet fue víctima de una enorme represión en el país. Aquel episodio marcó la politización de muchos jóvenes y la democratización (o popularización) de la ciberdisidencia tunecina, que germinó a principios de la década de 2000 con blogs como “Réveil tunisien”, “TUNeZINE” y más tarde nawaat.org. Y también con personas como Zuhair Yahyaui, conocido con el seudónimo de Ettounsi y fundador de TUNeZINE, detenido en 2003, primer bloguero víctima de la represión…