Entender el fenómeno Trump
El presidente de Estados Unidos se juega la reelección en un contexto de incertidumbre. A principios de año, Donald Trump contaba con un boom económico –paro al 3,5%, bolsas en alza y 126 meses de crecimiento ininterrumpido, un récord en la historia estadounidense–, la fidelidad de sus bases –más de un 90% de los republicanos aprueba su gestión– y unas primarias demócratas prolongadas para imponerse sin esfuerzo ante el centro-izquierda. Dos meses después, su reacción desastrosa frente a la crisis del coronavirus –EEUU es de lejos el país con más contagios y muertes del mundo; el número de parados se aproxima a los 40 millones– amenaza con revertir esta situación.
El futuro de Trump depende de que logre, de aquí al 3 de noviembre, culpabilizar a China de esta crisis, poniendo el foco en su hostilidad frente al gigante asiático y desviándolo de su incapacidad para gestionar la pandemia. Y mientras tanto, seguir dañando la reputación del nominado demócrata, Joe Biden, que parece una versión campechana de Hillary Clinton: mayor, moderado, con propuestas indefinidas y un historial salpicado de escándalos. A día de hoy, noviembre es una gran incógnita.
El momento se presta a parar y reflexionar sobre la figura Trump y lo que representa para EEUU. Es lo que buscan los tres autores de El síntoma Trump. Qué hacer ante la ola reaccionaria, un libro de entrevistas extensas con intelectuales públicos estadounidenses. Álvaro Guzmán Bastida es un periodista afincado en Nueva York; Héctor Muniente Sariñena, documentalista; Ignasi Gozalo-Salellas, doctorado en filosofía y profesor de estudios hispanos y portugueses en Ohio State University. Al combinar sus diferentes perfiles en este extenso trabajo de divulgación, han conseguido presentar una lectura accesible y de gran calidad analítica.
A los entrevistados les unen tres cualidades. Son intelectuales públicos, generalmente vinculados a la docencia académica. Pertenecen a la izquierda socialista o son cercanos a los sectores más progresistas del Partido Demócrata. Y no ven en Trump una aberración pasajera, sino la reacción ante una larga deriva socio-económica, de la que no solo el Partido Republicano, sino también el centro-izquierda ha sido responsable. Una de las diferencias claves entre los críticos a Trump es, precisamente, si conciben su presidencia como una ruptura con el status quo o un producto de este último. Los entrevistados se cuentan en la segunda categoría.
Eso no quiere decir que sus posiciones sean homogéneas. Algunos, como el geógrafo David Harvey y la politóloga Jodi Dean, hacen bandera del marxismo ante la crisis que atraviesa EEUU. El historiador económico Adam Tooze y el economista Joseph Stiglitz realizan análisis más pormenorizados de las condiciones tras el ascenso de Trump. La filósofa política Nancy Fraser aboga por un populismo progresista; Bhaskar Sunkara, editor de la revista Jacobin, pide reforzar las organizaciones de izquierda existentes para popularizar el socialismo democrático. El teórico político Corey Robin explica por qué Trump es, en muchos sentidos, la quintaesencia de un político conservador. La socióloga Arlie R. Hochschild exige tratar con más empatía a sus votantes pobres, a quienes el Partido Demócrata debería ser capaz de atraer con un mensaje económico progresista, en vez de antagonizar acusándoles de ser racistas.
Las conversaciones son largas pero no abrumadoras. Logran plasmar de forma clara las líneas generales del pensamiento de cada entrevistado en lo que al fenómeno Trump respecta. El mérito corresponde a los autores del libro, que han realizado un esfuerzo notable de documentación para cada entrevista y navegan con soltura en el debate político de EEUU. En conjunto, El síntoma Trump logra ubicar la actual presidencia en el contexto de diferentes tradiciones y tendencias: desde las transformaciones económicas en EEUU a la historia colonial del país, pasando por el desarrollo de su movimiento conservador y su política exterior, entre otras cuestiones.
Es una lástima que en el libro no aparezcan pensadores centristas o de derechas. Aunque sus respectivas tradiciones en ocasiones han criticado a Trump de manera superficial, centrándose en sus modales o afinidades personales, algunos liberales y conservadores –Edward Luce en Financial Times y Andrew Bacevich desde el Quincy Institute, respectivamente– han formulado críticas de calado a la actual Casa Blanca.
Aunque El síntoma Trump se publicó en 2019, el mundo que describen algunos entrevistados se ha trastocado por completo. La campaña de Bernie Sanders, en la que muchos de ellos participaron activamente, terminó por estrellarse contra el establishment demócrata y la crisis del Covid-19. La combinación de un diagnóstico inteligente sobre las causas tras el auge de Trump y la ausencia de soluciones a lo que su presidencia representa resulta inquietante.
Tal vez la respuesta comience a surgir a medida que se desarrolla la actual crisis. Entretanto, El Síntoma Trump es una lectura útil y certera.