La movilidad entre las dos orillas del Mediterráneo se remonta muy atrás en la historia. Diferentes niveles de desarrollo, proximidad geográfica y la búsqueda de un futuro mejor impulsan cada año a miles de marroquíes a cruzar el Estrecho. Moderar este flujo requiere conocer las causas profundas que lo motivan en cada lado para establecer una política de cooperación efectiva.