En la crisis de 2008, las multinacionales españolas encontraron su tabla de salvación en América Latina. Mercados como el brasileño, el mexicano o el argentino fueron durante años el foco de beneficios, mientras la Unión Europea agonizaba, primero con la crisis de Lehman Brothers y después con la del euro. En ese mismo año 2008, protagonista del desplome financiero estadounidense, Brasil creció un 5,1%; en 2010, cuando arrancaba la crisis del euro, avanzó un 7,5%. Esta región apenas experimentó la crisis porque mantuvo un intenso ritmo de exportaciones y dinamismo interno, motivado, en gran medida, por el auge de la demanda china. Para las empresas españolas fue un vergel en medio de la crisis del mundo desarrollado, y no pocas se beneficiaron de que España fuese la puerta de entrada a la Unión.
En esta ocasión la historia es diferente. América Latina es la región más afectada por la crisis, tanto en términos sanitarios como económicos. Todavía no se ve la luz al final del túnel, ya que registra niveles de contagio superiores a los de la primera y segunda olas. En el caso de Brasil, el proceso de vacunación ha comenzado con muchos problemas y graves retrasos. Aún no…