El accidente de Fukushima ha puesto de actualidad la gestión de los residuos y del combustible nuclear usado. El tratamiento y reciclado del combustible usado se plantea nuevamente como la opción más sostenible en términos económicos y medioambientales.

En su nacimiento, el uso civil de la energía nuclear para generar electricidad está asociado al reciclado del combustible usado. En todos los países donde se implantaba esta energía, los planes de construcción no solo incluían las centrales, sino también instalaciones para el ciclo de combustible: especialmente dedicadas a la recuperación y reciclado de materiales nucleares.

La creciente preocupación de la opinión pública por la seguridad es un acicate para que los países europeos con nucleares recuerden tres décadas de excelente trayectoria del reciclado de combustible nuclear usado.

La gestión del combustible usado es una de las cuestiones más importantes que los países y operadores deben afrontar al gestionar las centrales nucleares existentes. “Qué hacer con el combustible usado” es una pregunta clave, especialmente en términos de aceptabilidad pública.

Después del desastre natural del 11 de marzo y la situación crítica que se produjo en la central nuclear de Fukushima, es patente que los países con centrales nucleares deben reconsiderar su estrategia de gestión del combustible usado desde la primera fase, es decir, desde su depósito en las piscinas de las centrales…