El 1 julio de 2021, el Partido Comunista Chino (PCCh) celebró su centenario. Creado en Shanghái en julio de 1921 por 57 intelectuales y activistas chinos, entre ellos Mao Zedong, es hoy una inmensa organización que cuenta con más de 92 millones de miembros y preside el destino de la que en la actualidad es la segunda economía y el país más poblado del planeta. Más de 30 años después del final de la guerra fría y el posterior colapso de la Unión Soviética, el PCCh y el Estado que estableció en 1949, la República Popular China, siguen vivos y coleando.
Tras haber reformado y desarrollado la economía después de 1978 de una forma sin precedentes, logrando que cientos de millones de chinos saliesen de la pobreza más absoluta para integrarse en las nuevas clases medias –y también permitiendo a algunos de ellos hacerse muy ricos–, no hay razón para creer que el PCCh se enfrente a ningún desafío político serio. Apoyado o no por la mayoría de los chinos, está aquí para quedarse y mantener su monopolio sobre el poder político. ¿Pero por cuánto tiempo? ¿Mil años? Tal vez no.
Antes y después de 1949
Para comprender mejor esta profunda transformación, es necesario repasar brevemente los 100 años de historia del PCCh, comenzando por su ascenso antes de 1949. Establecido con la ayuda de la Unión Soviética y de la Internacional Comunista de Lenin en Shanghái, la ciudad más poblada e industrializada de China, el PCCh era entonces un partido obrero que intentaba atraer al naciente proletariado chino bajo su bandera. Mao, entre otros, estaba en nómina de la Komintern. Pero después de que el Partido Nacionalista o Kuomintang encabezado por Chiang Kai-shek tomara el control de China en 1927, el PCCh, que contaba entonces con 58.000 miembros,…