Para la juventud, mujeres y hombres de la revolución, la libertad, la igualdad y la justicia son innegociables. Esta es la esencia del nuevo feminismo.
Grabé un vídeo pidiendo a la gente que no tuviera miedo, preguntándoles cuánto tiempo querían vivir en el miedo; para decirles que debíamos salir a la calle, que hay mucha gente en Egipto y que podemos protegernos nosotros mismos contra las brutalidades de Mubarak. Ahora, estoy recibiendo llamadas de la gente de Mubarak ordenándome que no salga de casa y amenazándome con que, si lo hago, “nos matarán a mí y a toda mi familia”.
Asma Mahfouz para la cadena BBC Árabe
Una joven egipcia dispuesta a arriesgar su vida a través de Facebook para hacer una llamada al alzamiento de sus compatriotas. El 25 de enero salieron a las calles por miles. Durante los siguientes días, llegaron a ser millones.
La revolución de 2011 había comenzado. El 11 de febrero, decimoctavo día de la revolución, el presidente Hosni Mubarak estaba fuera y comenzaba entonces la reconstrucción de un nuevo Egipto.
La revolución de 2011, liderada por los jóvenes que claman por libertad y justicia, está escribiendo el nuevo feminismo con un léxico y una sintaxis renovadores. El nuevo feminismo –que no tiene tanto que ver con el propio término feminismo, sino más bien con su espíritu– redefine las palabras libertad, liberación, justicia, dignidad, democracia, igualdad y derecho. Crea su propia sintaxis o “acuerdo entre palabras que muestra su conexión y relación”, según define el diccionario. Anuncia en sí mismo, desde lo más profundo de la propia revolución, que su meta es resucitar principios y derechos fundamentales de los ciudadanos, que han sido pisoteados en silencio. El nuevo feminismo clama libertad, igualdad y justicia para todos. Se afirma en hechos, franqueza y valentía….