El NBD aspira a ser una plataforma de conocimiento en asuntos de desarrollo y un impulsor de la cooperación Sur-Sur. Que los cincos países miembros representen a América Latina, África y Asia facilita el intercambio de experiencias y buenas prácticas y la cooperación Sur-Sur.

La banca multilateral de desarrollo desempeña un papel fundamental con el apoyo a los países emergentes, proveyendo financiación de largo plazo y dando soporte para la implementación de reformas económicas claves para aumentar el crecimiento y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Para ello, tiene un papel contra-cíclico, al apoyar a sus clientes en tiempos de dificultades, otorgando recursos y asistencia técnica. También es capaz de atraer a otros actores públicos y privados para cofinanciar proyectos complejos, especialmente en el área de infraestructuras, actuando de forma catalítica. No menos importante es su capacidad para generar conocimiento especifico sobre cuestiones y áreas en su ámbito de acción, que facilitan tanto su operativa, como su contribución a la mejora de las políticas públicas de las naciones donde trabaja.

Además, la banca multilateral de desarrollo está capacitada para asumir riesgos que en ocasiones el sector privado no está dispuesto a afrontar, especialmente cuando se trata de financiar proyectos de infraestructuras complejos cuya ejecución es de largo plazo. Es importante destacar que estas instituciones pueden contribuir a la provisión de bienes públicos, como mitigar el cambio climático y preservar el medio ambiente, y generar externalidades positivas al financiar proyectos en áreas como educación, salud y desarrollo institucional.

En los últimos años hemos sido testigos del surgimiento de nuevas instituciones multilaterales de desarrollo como el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica), y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), liderado principalmente por China. Estas instituciones son una respuesta…